Cuento corto "La efimeridad de lo encogido"

Algo que te apreta el alma, dígase el corazón, esas parejas que vez en la calle, en la efimeridad, siempre solía ver a Paola y Lucano, mis vecinos, ir de la mano frente a mi apartamento y en el elevador parecía que eran los más enamorados del mundo mundial, yo fui testigo sin igual de como se fue encogiendo esa conexión, siempre que los veía mi corazón se hacia cada vez más chiquito, puesto que en su momento los vi tan anclados, y entonces llego la fase de la seriedad, cada vez era mas seriedad, luego de unas semanas era seriedad más la desconexión corporal total, ahí pensé, game over.

Hasta que un día de noviembre, no los vi más juntos, Lucano ya no vivía con Paola, pensándolo y analizándolo, mientras me tomo mi latte sentada en las escaleras de emergencia de lo que fué el escenario de una obra tipo Shakespeare, vi el esplendor y la caída, creo que este proceso de cuando se les encogió el amor y se volvió tan efímero como casi todo en la vida, me afectó a mi también, siempre me he dicho, que no me agrada ser tan sensible en ciertos aspectos, claro tengo un caparazón digna de una canceriana, ese cangrejo del mes de julio, del lado de las fuertes según la luna, pero con la sensibilidad impactante del zodiaco. 

Y lo que Lucano y Paola jamás sabrán es lo mucho que me enseñaron del amor, los extraño, así con fuego y con hielo, eran adorables de cualquier forma, transmitían energía, y me recordó que no hay que tenerle miedo al caos o a la oscuridad, a romperse, a vulnerarte, a final de eso se trata la vida, de sentir.





Comentarios

  1. La dualidad de le existencia, hay que morir para vivir, llorar pars reir. Lindo poema

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